Dos de la mañana: ruidos por todos lados, charlas, bailes... siete de la mañana: seguimos con los ruidos, las charlas, los bailes...esto parece que no tiene fin. Los niños tienen más cuerda que los profesores.
Desayunamos a las 9 y a las 10 se hicieron dos grupos. El grupo A y B se fueron a la playa para hacer paracaidismo y el C y D cable ski.
En esta actividad los niños pusieron a prueba sus miedos. Unos que lo superaron y lo hicieron y otros que no se atrevieron pero pasaron un buen rato contemplando ambas actividades.
Regreso a las 13 horas, piscina y ¡a comer! tortilla de patatas, magro con tomate y arroz.
Tiempo libre hasta las 16 horas y comienzo de las actividades de la tarde.
El grupo A y B hicieron tiro con arco y juegos deportivos. El grupo C y D serigrafía y juegos deportivos.
Merienda como todos los días a base de bocadillo de jamón y queso y zumos (salvo para los niños con intolerancias) para cargar energía. Y chapuzón a la piscina.
A las 20 horas duchas y coqueteo, postureo y pavoneo para una buena cena. Mamma mia, pizza casera.
Por la noche juegos nocturnos y a dormir...o no...